martes, 25 de abril de 2017

DE LUCES, FAROLAS Y SEÑALES:






Estimo Que alrededor de1954, siendo intendente de Vicente López el Sr. Antonio Rodríguez, (ídolo popular, arquero del Tri campeón Racing Club) instaló el primer alumbrado público de Carapachay.-
Yo era  muy pequeño, pero si recuerdo que con todos los chicos del barrio salimos al  grito de “viva Rodríguez”, al  prenderse  las luminarias por primera vez.-
Eran lámparas   de poca intensidad en comparación con los focos actuales y se instalaron en todos los cruces de las esquinas.


Esto significó un gran progreso para el barrio, la mayoría de los vecinos por las noches circulaban por las calles acompañados de linternas o faroles sol  de noche.
Lo hacían por seguridad y temor de terminar en alguna de las zanjas que recorrían paralelas a las calles aún no asfaltadas.-
Como el alumbrado era escaso y las calles carecían de carteles indicadores, los vecinos empezaron a organizarse por cuadras para embellecer, iluminar e indicar al forastero en que lugar se encontraba.-
Así surgieron  las primeras señales indicadoras de calles y a la vez iluminación adicional a la municipal.-
Se juntaban los vecinos, reunían el dinero, discutían el modelo e instalaban en cada esquina un poste decorado con un farol en la parte superior. Dos flechas completaban la señalética,  una para cada nombre de cada calle del cruce.
La organización, era por calle, cuadra/s o manzana, según la afinidad de vecindad, que tuviera cada uno de los participantes.-
Este sistema tan particular dio al origen a competencia entre las distintas cuadras: ¿cual era  el mejor cartel, la combinación de colores, la farola, la letra o filete? Esa era la alegre disputa.-

La competencia era coronada por la reina!
¿Qué  era la reina?, pues nada más y nada menos una farola-cartel destacada por sobre el resto, generalmente  ubicada en un lugar destacado.-

Yo aún tengo en la memoria una reina: era la ubicaba en la intersección de la calles Fleming (Patricias Argentina), Lope de Vega y Juramento
Si  mal no recuerdo,  tenía 3 faroles, la indicación de las calles y un bienvenido a Carapachay. Sus colores blanco y negro.-

Había otra ubicada en frente de la actual delegación municipal, sobre la vereda de la primera heladería de Carapachay intersección de las calles Montes de Oca, Ascasubi e Independencia (antes: Diagonal Alvear, Guemes y 25 de Mayo).-

Aún hoy puede verse en la esquina de Borges y Drysdale (antigua tintorería Borges) uno de los cartelitos de aquel entonces, en este caso de hierro.-
Aquí les dejo una foto:






Hasta el próximo recuerdo.

jueves, 6 de abril de 2017

EL AGUA:





Contaba antes el  problema de la plaza por carecer de agua para su riego.-
El agua, durante muchos años, fue un tema serio para la zona.
También les conté que la Placita y mi casa estaban a escasos 50 metros de Munro.
A pesar de esa distancia la situación era muy distinta en cada barrio, pero angustiante para ambos.-

Carapachay no contaría con agua de red por muchos años. Munro, si tenía agua corriente pero era escasa y además ya tenía una importante población respecto de Carapa.-
En Carapa algunos vecinos contaban con bomba manual y otros poseían moto bombeadores eléctricos.-

Hablaré primero de Munro:

Existía un pozo de agua subterráneo en la esquina de las calles Matheu y Av. Sarsfield, si justo ahí en donde estaba instalado Don Pedro Isopi, con su corralón de materiales y también el kiosco de diarios y revistas de Mario.-
Ahí además del pozo subterráneo había una canilla pública.

Había otra canilla en la esquina de Juramento y Moreno (Mendoza), donde por las noches o de madrugada, cuando había más presión de agua se formaba cola de vecinos que munidos de sus baldes, aprovechaban para hacer tertulia esperando su turno para  cargar su recipiente.-
Muchos (cuando el asfalto apareció) tenían carritos de rulemanes, los mismos que usábamos para jugar y sobre ellos montaban bidones. Cuando no,  tanques de  variada cantidad de litros para juntar el agua para sus casas.-
Para ubicarnos mejor, ésta canilla pública estaba instalada  en la puerta de la carnicería que fuera primero de Don Enrique y su esposa Ana. Años más tarde fue comprada por Don Camilo Papetti  (famoso por la elaboración de chorizos caseros).

Volviendo al tema del agua, la cosa no era fácil y cada día se complicaba más.-

En Carapachay al principio la situación era  más o menos llevadera, las perforaciones llegaban a los 18 metros de profundidad, pero a medida que se ampliaba el barrio, las napas se iban agotando o se contaminaban, entonces o bien se intentaba profundizar el pozo o se hacía uno nuevo.-
Los pozos llegaron a tener  hasta 65 metros, se los encamisaba, se ponían filtros, se agregaban chupadores a los cilindros de bronce,   en fin  una serie de detalles técnicos que eran tema de conocimiento y conversación de cualquier vecino sin distinción de sexo o edad. Éramos todos expertos en el tema.-

Por ese entonces llegaron  a Carapa, unos italianos que se hicieron conocidos de todos; Don Carlos con su esposa Julia y su socio  Urbano Macan,  ellos fueron  rebautizados  como: Los Poceros.
Vivían en  el chalecito ubicado en la esquina de Moreno y Guemes. (Hoy Mendoza y Ascasubi).-
Empezaron con su maquinaria rudimentaria y un camión Ford A color verde inglés, más tarde comprarían un volcador Ford 1936, color rojo para llevar sus herramientas.-
Luego de unos años y con la recuperación de su Italia natal, Don Carlos y Julia retornarían a su país en los años 60. Urbano se mudó a Villa Adelina.-

No siempre se podía recurrir a ellos teniendo en cuenta el costo que significaba para cualquier familia. Entonces existía una herramienta que se perdió en el tiempo:  “La solidaridad y  ayuda mutua”, una cooperativa no formal.-

En primer lugar, cuando alguna familia se quedaba sin agua, el vecino más próximo acercaba una manguera desde su  bomba hasta el tanque vacío para solucionar el problema y  salir del paso.-

Mientras tanto el resto de los vecinos se organizaban para socorrer al amigo: cada uno aportaba una herramienta (todos tenían una distinta ex profeso).
... Y el equipo se ponía en marcha: la consigna era levantar la bomba del fulano que no funcionaba, y allá iban todos:
Primero: sacando caño por caño hasta llegar al cilindro, cambiar los cueros que previamente habían comprado en Torrejón (Av. V. Sarsfield 5.300) o en lo del Alemán de Casa Bariloche (el papá de  Willy) y luego…
Volver  a  bajar los caños, poner a funcionar, purgar  hasta que el agua fuera cristalina y finalmente el  asadito para festejar.-

La cosa era dar agua al vecino, mientras nosotros los niños jugábamos en los alrededores.-

Dentro de esta historia, cada uno recordará la propia,  aquello que seguramente ocurría en su cuadra o manzana, muy similar a lo aquí relatado.-

A veces no se lograba salvar al pozo.

Sólo como anticipo, dado que será recordado por mí  en varias tramos, con gran emoción, por ser parte casi de mi familia y a quien además  de mis padres debo mucho por ser parte de mi formación personal; estaba el Gallego Paredes, quien se  ganó un lugar especial en la comunidad y nunca tuvo el reconocimiento público que mereció.-

Paredes el “salva pozos”:
Leyendo un libro de exploración de petróleo, con sus excelentes manos construyó un aparato que mediante  un sistema de poleas, unos caballetes y un viejo cilindro de bronce trabajado a lima y mucha, mucha paciencia, ponía al servicio y gran solidaridad del vecino en problema.
Agotadas todas la instancias y antes de llamar a los poceros, dejaba cuanta cosa tuviera que hacer, para ir a la casa del vecino al que se la había desmoronado su pozo de agua, Con paciencia infinita, podía pasar horas,  días y generalmente lograba que el agua volviera a brotar. Todo desinteresadamente  para ayudar al amigo.-

Bueno estas son cosas que pasaban en el barrio hace más de 60 años, hoy nos ocupan otras, la idea es dejarles en estas líneas recuerdos hermosos que unificaban a los vecinos y los hacían  muy solidarios.-

Siguen otras historias.-



Camión Ford A 1928 muy similar al usado por Los Poceros Carlos y Urbano
 

Camión similiar al último usado por Los Poceros de Carapa