Contaba
antes el problema de la plaza por
carecer de agua para su riego.-
El
agua, durante muchos años, fue un tema serio para la zona.
También
les conté que la Placita
y mi casa estaban a escasos 50
metros de Munro.
A
pesar de esa distancia la situación era muy distinta en cada barrio, pero
angustiante para ambos.-
Carapachay
no contaría con agua de red por muchos años. Munro, si tenía agua corriente
pero era escasa y además ya tenía una importante población respecto de Carapa.-
En
Carapa algunos vecinos contaban con bomba manual y otros poseían moto bombeadores
eléctricos.-
Hablaré
primero de Munro:
Existía
un pozo de agua subterráneo en la esquina de las calles Matheu y Av. Sarsfield,
si justo ahí en donde estaba instalado Don Pedro Isopi, con su corralón de
materiales y también el kiosco de diarios y revistas de Mario.-
Ahí
además del pozo subterráneo había una canilla pública.
Había
otra canilla en la esquina de Juramento y Moreno (Mendoza), donde por las
noches o de madrugada, cuando había más presión de agua se formaba cola de
vecinos que munidos de sus baldes, aprovechaban para hacer tertulia esperando su
turno para cargar su recipiente.-
Muchos
(cuando el asfalto apareció) tenían carritos de rulemanes, los mismos que usábamos
para jugar y sobre ellos montaban bidones. Cuando no, tanques de variada cantidad de litros para juntar el agua
para sus casas.-
Para
ubicarnos mejor, ésta canilla pública estaba instalada en la puerta de la carnicería que fuera
primero de Don Enrique y su esposa Ana. Años más tarde fue comprada por Don
Camilo Papetti (famoso por la
elaboración de chorizos caseros).
Volviendo
al tema del agua, la cosa no era fácil y cada día se complicaba más.-
En
Carapachay al principio la situación era más o menos llevadera, las perforaciones
llegaban a los 18 metros
de profundidad, pero a medida que se ampliaba el barrio, las napas se iban
agotando o se contaminaban, entonces o bien se intentaba profundizar el pozo o
se hacía uno nuevo.-
Los
pozos llegaron a tener hasta 65 metros, se los
encamisaba, se ponían filtros, se agregaban chupadores a los cilindros de
bronce, en fin una serie de detalles técnicos que eran tema
de conocimiento y conversación de cualquier vecino sin distinción de sexo o
edad. Éramos todos expertos en el tema.-
Por
ese entonces llegaron a Carapa, unos
italianos que se hicieron conocidos de todos; Don Carlos con su esposa Julia y
su socio Urbano Macan, ellos fueron rebautizados como: Los
Poceros.
Vivían
en el chalecito ubicado en la esquina de
Moreno y Guemes. (Hoy Mendoza y Ascasubi).-
Empezaron
con su maquinaria rudimentaria y un camión Ford A color verde inglés, más tarde
comprarían un volcador Ford 1936, color rojo para llevar sus herramientas.-
Luego
de unos años y con la recuperación de su Italia natal, Don Carlos y Julia
retornarían a su país en los años 60. Urbano se mudó a Villa Adelina.-
No
siempre se podía recurrir a ellos teniendo en cuenta el costo que significaba
para cualquier familia. Entonces existía una herramienta que se perdió en el
tiempo: “La solidaridad y ayuda mutua”, una cooperativa no formal.-
En
primer lugar, cuando alguna familia se quedaba sin agua, el vecino más próximo
acercaba una manguera desde su bomba
hasta el tanque vacío para solucionar el problema y salir del paso.-
Mientras
tanto el resto de los vecinos se organizaban para socorrer al amigo: cada uno aportaba
una herramienta (todos tenían una distinta ex profeso).
...
Y el equipo se ponía en marcha: la consigna era levantar la bomba del fulano que
no funcionaba, y allá iban todos:
Primero:
sacando caño por caño hasta llegar al cilindro, cambiar los cueros que previamente
habían comprado en Torrejón (Av. V. Sarsfield 5.300) o en lo del Alemán de Casa
Bariloche (el papá de Willy) y luego…
Volver
a bajar los caños, poner a funcionar, purgar hasta que el agua fuera cristalina y
finalmente el asadito para festejar.-
La
cosa era dar agua al vecino, mientras nosotros los niños jugábamos en los
alrededores.-
Dentro
de esta historia, cada uno recordará la propia, aquello que seguramente ocurría en su cuadra o
manzana, muy similar a lo aquí relatado.-
A
veces no se lograba salvar al pozo.
Sólo
como anticipo, dado que será recordado por mí en varias tramos, con gran emoción, por ser
parte casi de mi familia y a quien además
de mis padres debo mucho por ser parte de mi formación personal; estaba
el Gallego Paredes, quien se ganó un
lugar especial en la comunidad y nunca tuvo el reconocimiento público que
mereció.-
Paredes el “salva pozos”:
Leyendo
un libro de exploración de petróleo, con sus excelentes manos construyó un
aparato que mediante un sistema de
poleas, unos caballetes y un viejo cilindro de bronce trabajado a lima y mucha,
mucha paciencia, ponía al servicio y gran solidaridad del vecino en problema.
Agotadas
todas la instancias y antes de llamar a los poceros, dejaba cuanta cosa tuviera
que hacer, para ir a la casa del vecino al que se la había desmoronado su pozo
de agua, Con paciencia infinita, podía pasar horas, días y generalmente lograba que el agua
volviera a brotar. Todo desinteresadamente
para ayudar al amigo.-
Bueno
estas son cosas que pasaban en el barrio hace más de 60 años, hoy nos ocupan
otras, la idea es dejarles en estas líneas recuerdos hermosos que unificaban a
los vecinos y los hacían muy solidarios.-
Siguen
otras historias.-
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Camión Ford A 1928 muy similar al usado por Los Poceros Carlos y Urbano |
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Camión similiar al último usado por Los Poceros de Carapa
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