viernes, 6 de octubre de 2017

DE ARTISTAS VIENE LA COSA… :

(Hoy hablamos de  D. Luis Perlotti) 



De niño, solía jugar en el galponcito que tenía mi viejo en el fondo de nuestra casa.
Normalmente imitaba a Don Miguel haciendo las reparaciones hogareñas. Había en ese lugar, un mueble al que llamábamos  “la pirámide”, que era justamente eso,  pero trunca y en la parte superior mi papá le había instalado un grueso hierro para golpear y ahí yo también golpeaba  y “arreglaba” mis juguetes.-
Curiosamente a esa edad ignoraba, que  “la pirámide”  era nada más y nada menos en la que se tallaron los bustos y monumentos más importantes del país.
Ese mueble fue la pirámide base del torneto del Maestro Luis Perlotti.-
Don Luis, nació en buenos Aires a fines del siglo XIX, vivió durante muchos años en el Barrio de caballito a escasas dos cuadras de la casa de mi abuela materna y de ahí su amistad con mi tío y padrino, quien era el encargado del traslado de casi todas sus obras.-

Esa relación sirvió para que le regalara, después de algún viaje aquella vieja pirámide, a quien yo sólo le di el valor de un juguete y mi papá de simple mueble de trabajo.

Luis Perlotti  es uno de los más grandes escultores argentinos y entre sus obras podemos mencionar al monumento de Alfonsina Storni de Mar del Plata, el monumento de Parque los Andes en el barrio de Chacarita, que representa a varias etnias  originarias.-


Don Luis, fue un estudioso indigenista. Recorrió durante muchos años distintos países de América para interesarse por las características de los distintos pueblos originarios.
No sólo grandes monumentos lo distinguen, fue el autor de muchos bustos de nuestros próceres, entre ellos Sarmiento (1938), que es uno de los  más  reproducidos y puede verse en todos los rincones del país.-

Luis Perlotti  y Carapachay:

Nuestra querida placita  tuvo su primer busto de Sarmiento por iniciativa de la Asociación Amigos de Carapachay, pero duró poco tiempo instalado. En una noche calurosa de marzo de 1960, luego de las 10  escuchamos un fuerte estruendo…el busto del Maestro había volado por los aires.-
Ante esta situación el 11 de setiembre de 1960 por iniciativa de la Sociedad de Fomento Drysdale, se descubrió un nuevo busto de Sarmiento, precisamente obra del maestro Luis Perlotti, quien participó del evento.-
No puedo olvidar ese día, por lo emocionante de la ceremonia, que describe con mucha pasión don Arturo E. García, en la  Historia de Carapachay.-


Historia deCarapachay-Foto del 11/09/1960 - Perlotti en el acto

Un dato de color, en la foto que acompaño en el ángulo inferior  izquierdo, aparezco, medio borrado y de colado, jajajajaja.-

Como homenaje a la obra del gran escultor argentino, nuestro vecino, el Pintor Enrique Rodríguez,  donó una cabeza de aborigen realizada en 1935 por el maestro Perlotti. La cabeza no tiene nombre, pero es muy similar a la del Indio Andresito.-



Espero les haya gustado esta nueva entrega, pronto nos encontramos con otra historia.-

* Pueden verse  trabajos similares en la página Web del Museo de las Esculturas  de  la  Ciudad  de Buenos Aires

lunes, 7 de agosto de 2017

REUNION DE ARTISTAS:




Como les contaba, se formaban tertulias en la casa de Don José Paredes, el Dr. Mayoral, el pintor Enrique Rodríguez y el Pintor  Carlos Roger integraban el grupo.-
Solía verlos o bien por alguna visita de mi padre a la casa del anfitrión o por estar jugando con Mario, mientras ellos conversaban,

El Dr. Ginés Mayoral, fue un personaje,  tanto por la forma en que ejerció su profesión de médico, adentrándose  en los barriales del pueblo, a cualquier hora del día o de la noche, para atender la urgencia que lo requiriera muchas veces ad honoren.-
A su vez era un hombre muy culto que gustaba del arte y por eso, participaba en esa  peña cultural.-

Sobre Enrique Rodríguez, hay comentarios en varios medios locales, que ilustran su vida y su pintura por ser muy conocido en nuestro barrio.
Tal vez, yo  tenga otra mirada por vivir tan cerca y no ser su casa desconocida para mi., vivíamos calle por medio.-

Don Enrique era español, nació en Santander en el año 1915.-
Al igual que Paredes, Rodríguez construyó y decoró su vivienda, con sus propias manos. Tampoco le faltó el toque de colaboración de Don Paredes.-
Hasta hace unos pocos años su casa estuvo en pie, para dar paso a la construcción de dúplex.  (Mendoza – ex Moreno 2690- esquina Lope de Vega).-
Enrique  fue un pintor que estudió en la Fundación Estimulo de Bellas Artes, pero también tiene mucho autodidacta.  Además  para ganarse el sustento familiar trabajaba como decorador y pintor de brocha gorda.-
Su esposa  oriunda de San Luis,  se  llamaba Irma y tuvieron hijo llamado Enrique., un par de años mayor que yo.-

Su chalet, de materiales secos, era de ambientes espaciosos y finamente decorado. La casa estaba rodeada de una hermosa y trabajada ligustrina. (Debo decir que  existía una competencia no declarada, entre mi viejo y Enrique,  por el  cerco vegetal, al que siempre le prestaban un artístico interés).

Su atelier estaba integrado al garaje de la vivienda
Justamente  en el garaje lo he visto pintar autos a pincel, que eran verdaderas obras de arte.
Allí  fue restaurado su primer auto, una coupé Whippet 1930,  con manos artesanales, toques en madera y obviamente pintada totalmente  con laca en forma manual. Desconozco el destino final, ojala este en manos de un coleccionista. Era una pieza única!


ALAMOS EN OTOÑO


Volviendo a su obra, dado que no soy experto, debo decir la admiración de niño y más tarde grande, verlo pintar alguna vez,  los cuadros en su casa y recordar las exposiciones que periódicamente realizaba en las galerías Witcomb  de Buenos Aires.-
En la preparación de la muestra siempre colaborada José Paredes, en especial en el enmarcado de las obras.-



LAS LAVANDERAS, REINOS ESPAÑA 1955




CABALLO EN LIBERTAD


Rodríguez, fue un impresionista clásico argentino. Pintó muy bien paisajes de San Luis y todo el Norte Argentino, fue un pintor a cielo abierto. Gustó y pintó  paisajes, animales y lugareños de cuanta visita realizó. Recorrió: Bolivia, Perú, Ecuador y también Europa, reflejándolo magníficamente  en sus cuadros.


De Carlos Roger, apenas tengo grabadas algunas cosas, llamativo era verlo visitar a sus amigos, acompañado de su máquina fotográfica, con las que seguramente  captaba las imágenes para sus cuadros ciudadanos. Recuerdo que uno de los motivos de sus pinturas fueron los viejos Mateos  que por entonces tenía la ciudad de buenos aires en su paisaje.

"VIEJO SAN TELMO"- tomado del FB Carlos A.Roger
"TEATRO COLON" - tomado del FB Carlos A Roger


Espero les haya gustado este relato y no se vayan que hay más cosas de artistas para contar…




 * Las imágenes fueron tomadas de internet y no persiguen ningún comercial, sólo es un recuerdo histórico y homenaje a sus autores.-


domingo, 23 de julio de 2017

UN VECINO EJEMPLAR: JOSÉ PAREDES



A lo largo de mis recuerdos, mencionaré a muchos vecinos y amigos, pero por alguien hay que empezar, y ese vecino, amigo y tío postizo es José Paredes.-

José Paredes, o simplemente  el “Gallego Paredes”,  ha sido un vecino ejemplar, que seguramente  al leer estas líneas la mayoría coincidirá conmigo, que fue una persona que como pocas hizo por la comunidad y tal vez no tuvo el reconocimiento que  mereciera.-.
El Gallego fue parte de lo que considero mi formación personal, fue un gran amigo de mi viejo y para nosotros alguien más de mi familia.
En su casa pasé muchas horas de mi niñez y juventud.
Paredes ese amigo de juventud de mi viejo, quiso la vida que también fueran vecinos. Estaba casado con  Chiquita  Bellovino,   y  tuvieron un hijo:  Mario, a quien por esas cosas de la vida perdí el rastro, pero forma parte del grupo de amigos que no se olvidan.-


José Paredes es  digno de imitar, varias veces me referiré a el. 

Multifacético: autodidacta, lector incansable,  agnóstico, decorador, escultor, pintor , guitarrero, restaurador de arte,  peluquero, fileteador,  laburante de pico y pala, y hasta  inventor,  pero por sobre todas las cosas un ser extremadamente solidario.-
Pasó muchas necesidades, por dedicar su tiempo a los demás.
Seguramente muchos al leer esto lo recuerden.-

José, tenía dos hermosos terrenos  ubicados en calle Marcelo T.deAlvear  (hoy Chiclana) al 5.500, frente a la casa de la familia Viñao.
Al  inicio de la construcción de su Chalet y dos departamentos, se instaló  en una casita precaria que el llamaba el “rancho”. Con sus manos fue construyendo todas y cada una de las partes de su chalet.-
Quizá nunca terminó del todo su obra, que fue realizando paso a paso con innovaciones que creo aún no son utilizadas en construcciones supermodernas.-
Desde los mármoles reconstituidos y pulidos artesanalmente, pisos, piedras y revestimientos en madera, fueron realizados por las manos del artista.-

Pero lo más importante  de José y su familia, era la calidez  del hogar.-
Los vecinos llegaban a su casa saltando el cerco, llamaban y entraban.
Mientras trabajaba en sus moldes para proveer a talleres de marcos, moldeaba  la arcilla que  finalmente  fundía en azufre  y reforzaba en yeso…siempre  había un lugar para  el que llegaba.-
Fueron famosas la construcción de las casitas barométricas, dando trabajo a varias familias del barrio.
Tenía la habilidad de trabajar  y a la vez  un oído atento al que acudía a visitarlo.
Nunca faltaban los bizcochitos de grasa o las galletitas de coco, junto al mate que chiquita preparaba para compartir.-

Cuando llegaba la tarde, eran común ver a los  vecinos inmigrantes solitarios de la vieja Yugoslavia  ( Don José Radevenjich y Ladislado seguro eran de la partida), Ellos se  acercaban para compartir su soledad.-

No  fuimos pocos los chicos que recurríamos  a José para que nos ayudara en la tarea escolar.
Su casa también era algo así como librería de viejo: gran lector y acumulador de cuanto libro había por ahí, un antecesor vivo de Wikipedia.-
Siempre tuvo una obsesión: que todos los chicos del barrio terminaran su escuela secundaria y colaboraba con los padres para inculcarles el valor de la instrucción.-

También no era extraño que su viejo taburete de  asiento partido, oficiara de sillón de  peluquero para quien escaso de monedas  tuviera un corte gratis. Tal vez algún “tiron de pelo” se llevaba porque faltaban los recursos para afilar la vieja maquinita.-

Claro está, que luego vendrían los apurones y pasaba largas horas por las noches para terminar los trabajos pendientes y necesitaba entregar para generar los ingresos del hogar.-
Por  su casa, algo así como un ateneo, además de mi padre solían pasar, aunque más no sea para un un saludo y abrazo cordial: Vicente Verosto, Don Ángel Sturla y su hijo Alberto, Los Parini (Padre e Hijo), su cuñado Rogelio y muchos otros.
Estos vecinos, enredador del Gallego Paredes, en la práctica formaron una cuasi cooperativa, y fueron muchas las manos que se intercambiaron cuando  nuestro barrio recién empezaba. Levantar paredes, revocar, salvar pozos de agua, lozas que hacer…en fin mucha tarea comunitaria.

Finalmente quiero destacar  y entroncar este relato con otra cosa no menos importante, que hace a los artistas de nuestro barrio.-
Seguramente volveré sobre  la vida de José, hay  mucho para contar, solamente agrego para no abrumar:
Era común que en la casa de Paredes se reunieran el Dr. Ginés Mayoral, junto con los pintores Enrique Rodríguez   y  Carlos Roger.-
Pero de  eso hablamos en el próximo capitulo

lunes, 26 de junio de 2017

UNA CUADRA, ALGUNAS DE HISTORIAS







Estos relatos los inicié con una referencia concreta, ubicada en la esquina formada por las calles Carlos  Tejedor y Av. Vélez Sarsfield, en donde estaba ubicado el  “Bar el 31” el que hacía las veces de cabecera de la línea  de colectivos homónima.
Hoy les propongo hacer una caminata desde la calle Belgrano hasta la estación ida y vuelta mirando  y recordando viejos lugares, comercios y  algunos sucesos-
Es un lindo recuerdo que no está situado quizá en tiempo y espacio concreto. Pero lleva la impronta de quienes lo hemos vivenciado.-
Si me acompañan, lo hacemos juntos…
Justo en la esquina  de Vélez Sarsfield  y Belgrano me encuentro con importante local de venta de artículos del Hogar, es de la Firma Caruso, atendido por don Aldo y sus dos hijos.
Esquina Av. V. Sarsfield ex Casa Caruso
Luego de ver sus vidrieras con televisores, radios y combinados, camino unos pasos y me encuentro con el vivero, no recuerdo su nombre, tampoco el de la señora que lo atendía con tanta dedicación.
El vivero y Florería era el lugar obligado para comprar nuestras flores en los días festivos, también en los tristes cuando se despedía a alguien conocido y el sitio de los inolvidables ramos, que comprábamos para nuestras novias y madres.-
Al ladito estaba Gerónimo,  con su salón de peluquería con varios ofíciales (entre ellos Santito) y su vidriera de ilusiones vendiendo los billetes de lotería.
Luego se me hace una laguna con el mercado, pues lo recuerdo en dos lugares distintos. Uno cerquita de la peluquería y el otro enfrente. Quizá estuvo ubicado en ambas veredas.-
Aquí estaba el vivero y florería

Lo que sí creo que todos tenemos presente a aquél personaje al que llamaban el Loco Genaro. Si,  ese  que intercambiaba saludos con todo el mundo, los autos y colectivos hacían sonar sus bocinas retribuyendo sus gestos.
Luego, puedo visualizar: La farmacia La Perla, cuyo primer dueño fue  el  Sr. Bursteín;   la inmobiliaria Elena y más tarde, la llegada de los Griegos.-
También está en mi recuerdo de la casa para Caballeros (sastrería)  cuyo nombre, si la memoria no juega una mala pasada fue Clifton Sport. Aún puede verse sobre la terraza de perfumerías Belli, la torreta de cemento que servía de sostén para el enorme letrero vertical que identificaba el local.
Los Griegos y la ex Farmacia La Perla

…así como quien no quiere la cosa, llego nuevamente al 31. Cruzo la calle y  encuentro la imagen de tienda San Martín con sus maniquíes en la ochava vestidos con ropa de trabajo.

Entonces, recuerdo que esa esquina fue demolida y para construir en el año 1966 el edificio Virginia, destinado a locales y oficinas.
La construcción y dirección de  obra estuvo a cargo de don Mariano  Siede.
Es imposible no mencionar que en mis prácticas para el magisterio (Instituto Esteban Echeverría), llevé a los alumnos  de segundo  grado del Colegio Vélez Sarsfield a visitarlo y  dictar una clase sobre materiales de construcción.
Y aquí tampoco  puedo dejar de mencionar a la maestra titular del grado la  entrañable y querida  Señora de Resines.-
EDIFICIO VIRGINIA


















Sigo caminando…

Un poquito más y me encuentro con un par de casitas para el personal ferroviario y la garita del guarda barreras.-

Sigo caminando…
CASA DEL FERROCARRIL




Cruzo por el adoquinado, veo la estación y  unos lotes antes de llegar al cruce con Baigorria. En esos terrenos  está la “calesita”,  sí! la famosa calesita de Munro.
Probablemente quien me acompañe en la caminata  pueda ubicarla en otros terrenos, pues tuvo varios emplazamientos: entre ellos alguna vez al lado de la confitería El Inca.-

Atravieso Baigorria y  no puedo olvidar el viejo almacén de campo de Don Rogelio.
Tendría unos 9 años cuando cerró definitivamente sus puertas, liquidando muchísimas cosas que hoy serían el deleite de cualquier anticuario.

Posteriormente se construyó un edificio, que aún se conserva para oficinas y en la planta baja se instaló primero la “provisión” y luego el autoservicio  de los Hermanos Zelada.
Esq. V. Sarsfield y Baigorria

Pegadito estaba la galería- pasaje que unía la avenida con la calle Baigorria, (ese lugar  hoy lo ocupa Carrefour Express) .-

En la galería, entre otros, estaban dos locales que no puedo pasar por alto:
La óptica  de (Ricardo) Puhali  y  la heladería de Don Arnaldo Alba, llamada por entonces: Sorrento.
Sorrento la  hoy  famosísima ARNALDO.-
Express (ex Puhali) y C. Crédito (Ex Sorrento/Arnaldo)


Tomamos un helado, descansamos un ratito y seguimos:

LA CARLOTA, si la que aún existe, la mercería y casa de lanas  más antigua de Munro.-
 
La Carlota Hoy, como ayer.-

Sigo unos pasos me encuentro con las tiendas Maggi. En estas tiendas trabajaba una pareja formada por José Márquez y  su encantadora Señora., quienes más tarde  pasarían a ser los dueños de la Sedería  del mismo nombre ubicada al 4900 de la avenida VS.-

En lugar había/hay otro local: Óptica Couto.-

En la planta alta de  Maggi encontramos un salón de fiestas, en el que era habitual la puesta de obras de teatro  cuyos actores eran vecinos amantes del arte.
Recuerdo que en 1967  fue puesta en cartel: “12 hombres en pugna” dirigida por el vecino de Carapachay, el actor y director  de teatro Sr. Lommi

¿Caminamos un poquito más?, bien seguimos:
Ahí nomás,  nos encontraremos  con el Cine Astral, hoy convertido en el Centro Cultural Munro.-



Pero aún hay más, al ladito;
La PIZZERIA ASTRAL, ¡QUÉ DECIR DEL LUGAR MÁS FAMOSO DE MUNRO!

Por último nos quedan apenas:
Bonafide   la del café Franja Blanca  y los caramelos Alpinos, al lado la zapatería Belfort y terminando el recorrido la eternamente cerrada  estación de servicio Shell, que según cuenta la leyenda popular sería de la familia Saettone.-
Fin del paseo.


¿Les gustó la caminata?
Descansamos un ratito y seguimos



martes, 25 de abril de 2017

DE LUCES, FAROLAS Y SEÑALES:






Estimo Que alrededor de1954, siendo intendente de Vicente López el Sr. Antonio Rodríguez, (ídolo popular, arquero del Tri campeón Racing Club) instaló el primer alumbrado público de Carapachay.-
Yo era  muy pequeño, pero si recuerdo que con todos los chicos del barrio salimos al  grito de “viva Rodríguez”, al  prenderse  las luminarias por primera vez.-
Eran lámparas   de poca intensidad en comparación con los focos actuales y se instalaron en todos los cruces de las esquinas.


Esto significó un gran progreso para el barrio, la mayoría de los vecinos por las noches circulaban por las calles acompañados de linternas o faroles sol  de noche.
Lo hacían por seguridad y temor de terminar en alguna de las zanjas que recorrían paralelas a las calles aún no asfaltadas.-
Como el alumbrado era escaso y las calles carecían de carteles indicadores, los vecinos empezaron a organizarse por cuadras para embellecer, iluminar e indicar al forastero en que lugar se encontraba.-
Así surgieron  las primeras señales indicadoras de calles y a la vez iluminación adicional a la municipal.-
Se juntaban los vecinos, reunían el dinero, discutían el modelo e instalaban en cada esquina un poste decorado con un farol en la parte superior. Dos flechas completaban la señalética,  una para cada nombre de cada calle del cruce.
La organización, era por calle, cuadra/s o manzana, según la afinidad de vecindad, que tuviera cada uno de los participantes.-
Este sistema tan particular dio al origen a competencia entre las distintas cuadras: ¿cual era  el mejor cartel, la combinación de colores, la farola, la letra o filete? Esa era la alegre disputa.-

La competencia era coronada por la reina!
¿Qué  era la reina?, pues nada más y nada menos una farola-cartel destacada por sobre el resto, generalmente  ubicada en un lugar destacado.-

Yo aún tengo en la memoria una reina: era la ubicaba en la intersección de la calles Fleming (Patricias Argentina), Lope de Vega y Juramento
Si  mal no recuerdo,  tenía 3 faroles, la indicación de las calles y un bienvenido a Carapachay. Sus colores blanco y negro.-

Había otra ubicada en frente de la actual delegación municipal, sobre la vereda de la primera heladería de Carapachay intersección de las calles Montes de Oca, Ascasubi e Independencia (antes: Diagonal Alvear, Guemes y 25 de Mayo).-

Aún hoy puede verse en la esquina de Borges y Drysdale (antigua tintorería Borges) uno de los cartelitos de aquel entonces, en este caso de hierro.-
Aquí les dejo una foto:






Hasta el próximo recuerdo.

jueves, 6 de abril de 2017

EL AGUA:





Contaba antes el  problema de la plaza por carecer de agua para su riego.-
El agua, durante muchos años, fue un tema serio para la zona.
También les conté que la Placita y mi casa estaban a escasos 50 metros de Munro.
A pesar de esa distancia la situación era muy distinta en cada barrio, pero angustiante para ambos.-

Carapachay no contaría con agua de red por muchos años. Munro, si tenía agua corriente pero era escasa y además ya tenía una importante población respecto de Carapa.-
En Carapa algunos vecinos contaban con bomba manual y otros poseían moto bombeadores eléctricos.-

Hablaré primero de Munro:

Existía un pozo de agua subterráneo en la esquina de las calles Matheu y Av. Sarsfield, si justo ahí en donde estaba instalado Don Pedro Isopi, con su corralón de materiales y también el kiosco de diarios y revistas de Mario.-
Ahí además del pozo subterráneo había una canilla pública.

Había otra canilla en la esquina de Juramento y Moreno (Mendoza), donde por las noches o de madrugada, cuando había más presión de agua se formaba cola de vecinos que munidos de sus baldes, aprovechaban para hacer tertulia esperando su turno para  cargar su recipiente.-
Muchos (cuando el asfalto apareció) tenían carritos de rulemanes, los mismos que usábamos para jugar y sobre ellos montaban bidones. Cuando no,  tanques de  variada cantidad de litros para juntar el agua para sus casas.-
Para ubicarnos mejor, ésta canilla pública estaba instalada  en la puerta de la carnicería que fuera primero de Don Enrique y su esposa Ana. Años más tarde fue comprada por Don Camilo Papetti  (famoso por la elaboración de chorizos caseros).

Volviendo al tema del agua, la cosa no era fácil y cada día se complicaba más.-

En Carapachay al principio la situación era  más o menos llevadera, las perforaciones llegaban a los 18 metros de profundidad, pero a medida que se ampliaba el barrio, las napas se iban agotando o se contaminaban, entonces o bien se intentaba profundizar el pozo o se hacía uno nuevo.-
Los pozos llegaron a tener  hasta 65 metros, se los encamisaba, se ponían filtros, se agregaban chupadores a los cilindros de bronce,   en fin  una serie de detalles técnicos que eran tema de conocimiento y conversación de cualquier vecino sin distinción de sexo o edad. Éramos todos expertos en el tema.-

Por ese entonces llegaron  a Carapa, unos italianos que se hicieron conocidos de todos; Don Carlos con su esposa Julia y su socio  Urbano Macan,  ellos fueron  rebautizados  como: Los Poceros.
Vivían en  el chalecito ubicado en la esquina de Moreno y Guemes. (Hoy Mendoza y Ascasubi).-
Empezaron con su maquinaria rudimentaria y un camión Ford A color verde inglés, más tarde comprarían un volcador Ford 1936, color rojo para llevar sus herramientas.-
Luego de unos años y con la recuperación de su Italia natal, Don Carlos y Julia retornarían a su país en los años 60. Urbano se mudó a Villa Adelina.-

No siempre se podía recurrir a ellos teniendo en cuenta el costo que significaba para cualquier familia. Entonces existía una herramienta que se perdió en el tiempo:  “La solidaridad y  ayuda mutua”, una cooperativa no formal.-

En primer lugar, cuando alguna familia se quedaba sin agua, el vecino más próximo acercaba una manguera desde su  bomba hasta el tanque vacío para solucionar el problema y  salir del paso.-

Mientras tanto el resto de los vecinos se organizaban para socorrer al amigo: cada uno aportaba una herramienta (todos tenían una distinta ex profeso).
... Y el equipo se ponía en marcha: la consigna era levantar la bomba del fulano que no funcionaba, y allá iban todos:
Primero: sacando caño por caño hasta llegar al cilindro, cambiar los cueros que previamente habían comprado en Torrejón (Av. V. Sarsfield 5.300) o en lo del Alemán de Casa Bariloche (el papá de  Willy) y luego…
Volver  a  bajar los caños, poner a funcionar, purgar  hasta que el agua fuera cristalina y finalmente el  asadito para festejar.-

La cosa era dar agua al vecino, mientras nosotros los niños jugábamos en los alrededores.-

Dentro de esta historia, cada uno recordará la propia,  aquello que seguramente ocurría en su cuadra o manzana, muy similar a lo aquí relatado.-

A veces no se lograba salvar al pozo.

Sólo como anticipo, dado que será recordado por mí  en varias tramos, con gran emoción, por ser parte casi de mi familia y a quien además  de mis padres debo mucho por ser parte de mi formación personal; estaba el Gallego Paredes, quien se  ganó un lugar especial en la comunidad y nunca tuvo el reconocimiento público que mereció.-

Paredes el “salva pozos”:
Leyendo un libro de exploración de petróleo, con sus excelentes manos construyó un aparato que mediante  un sistema de poleas, unos caballetes y un viejo cilindro de bronce trabajado a lima y mucha, mucha paciencia, ponía al servicio y gran solidaridad del vecino en problema.
Agotadas todas la instancias y antes de llamar a los poceros, dejaba cuanta cosa tuviera que hacer, para ir a la casa del vecino al que se la había desmoronado su pozo de agua, Con paciencia infinita, podía pasar horas,  días y generalmente lograba que el agua volviera a brotar. Todo desinteresadamente  para ayudar al amigo.-

Bueno estas son cosas que pasaban en el barrio hace más de 60 años, hoy nos ocupan otras, la idea es dejarles en estas líneas recuerdos hermosos que unificaban a los vecinos y los hacían  muy solidarios.-

Siguen otras historias.-



Camión Ford A 1928 muy similar al usado por Los Poceros Carlos y Urbano
 

Camión similiar al último usado por Los Poceros de Carapa

sábado, 4 de marzo de 2017

EL MÁSTIL- FECHAS PATRIAS:





Sin duda alguna el lugar central, en aquella  modesta placita  de los primeros tiempos lo ocupaba el mástil.-
Cualquier reunión importante inexorablemente se convocaba a su alrededor.
Tanto para organizar el picadito, la fogarata, estación de vía crucis o cualquier reunión de vecinos, ese era el punto de encuentro.
En la foto que acompaño, obtenida de nuestro libro de cabecera, se verá que era eso, simplemente el mástil.-

El mástil se vestía de fiesta todas las fechas patrias y no era por casualidad.

Rogelio Alonso (vendedor de Duperial y más conocido por ser el tío de los hermanos Rom), por su propia voluntad era el encargado de cuidarlo, mantenerlo pintado, con flores, en especial en los días de fiesta.-
Se levantaba temprano, instalaba sobre  la vereda de su lindo chalet,  el combinado familiar, dirigía sus pasos hasta el mástil y a una señal, su querida esposa, Blanca, hacia  rodar el disco de 78 RPM, de donde partían los acordes de “AURORA”.
Entonces, Rogelio con gran emoción  izaba nuestra querida azul y blanca.-

Previamente Don David  Keppell  (el  peluquero de nuestras mamás), acompañado por el Ingeniero Canesse (papá de Cristina y Oscarcito), ya había disparado la salva de estruendo anunciado el inicio el día patrio.

Por las tardes, Rogelio se encargaría de arriar nuestra  bandera y guardarla como un tesoro para la próxima ocasión.-

Mientras tanto todo ese día era de fiesta, a igual todos los feriados en nuestro e irrepetible lugar.-

hasta el próximo encuentro