domingo, 23 de julio de 2017

UN VECINO EJEMPLAR: JOSÉ PAREDES



A lo largo de mis recuerdos, mencionaré a muchos vecinos y amigos, pero por alguien hay que empezar, y ese vecino, amigo y tío postizo es José Paredes.-

José Paredes, o simplemente  el “Gallego Paredes”,  ha sido un vecino ejemplar, que seguramente  al leer estas líneas la mayoría coincidirá conmigo, que fue una persona que como pocas hizo por la comunidad y tal vez no tuvo el reconocimiento que  mereciera.-.
El Gallego fue parte de lo que considero mi formación personal, fue un gran amigo de mi viejo y para nosotros alguien más de mi familia.
En su casa pasé muchas horas de mi niñez y juventud.
Paredes ese amigo de juventud de mi viejo, quiso la vida que también fueran vecinos. Estaba casado con  Chiquita  Bellovino,   y  tuvieron un hijo:  Mario, a quien por esas cosas de la vida perdí el rastro, pero forma parte del grupo de amigos que no se olvidan.-


José Paredes es  digno de imitar, varias veces me referiré a el. 

Multifacético: autodidacta, lector incansable,  agnóstico, decorador, escultor, pintor , guitarrero, restaurador de arte,  peluquero, fileteador,  laburante de pico y pala, y hasta  inventor,  pero por sobre todas las cosas un ser extremadamente solidario.-
Pasó muchas necesidades, por dedicar su tiempo a los demás.
Seguramente muchos al leer esto lo recuerden.-

José, tenía dos hermosos terrenos  ubicados en calle Marcelo T.deAlvear  (hoy Chiclana) al 5.500, frente a la casa de la familia Viñao.
Al  inicio de la construcción de su Chalet y dos departamentos, se instaló  en una casita precaria que el llamaba el “rancho”. Con sus manos fue construyendo todas y cada una de las partes de su chalet.-
Quizá nunca terminó del todo su obra, que fue realizando paso a paso con innovaciones que creo aún no son utilizadas en construcciones supermodernas.-
Desde los mármoles reconstituidos y pulidos artesanalmente, pisos, piedras y revestimientos en madera, fueron realizados por las manos del artista.-

Pero lo más importante  de José y su familia, era la calidez  del hogar.-
Los vecinos llegaban a su casa saltando el cerco, llamaban y entraban.
Mientras trabajaba en sus moldes para proveer a talleres de marcos, moldeaba  la arcilla que  finalmente  fundía en azufre  y reforzaba en yeso…siempre  había un lugar para  el que llegaba.-
Fueron famosas la construcción de las casitas barométricas, dando trabajo a varias familias del barrio.
Tenía la habilidad de trabajar  y a la vez  un oído atento al que acudía a visitarlo.
Nunca faltaban los bizcochitos de grasa o las galletitas de coco, junto al mate que chiquita preparaba para compartir.-

Cuando llegaba la tarde, eran común ver a los  vecinos inmigrantes solitarios de la vieja Yugoslavia  ( Don José Radevenjich y Ladislado seguro eran de la partida), Ellos se  acercaban para compartir su soledad.-

No  fuimos pocos los chicos que recurríamos  a José para que nos ayudara en la tarea escolar.
Su casa también era algo así como librería de viejo: gran lector y acumulador de cuanto libro había por ahí, un antecesor vivo de Wikipedia.-
Siempre tuvo una obsesión: que todos los chicos del barrio terminaran su escuela secundaria y colaboraba con los padres para inculcarles el valor de la instrucción.-

También no era extraño que su viejo taburete de  asiento partido, oficiara de sillón de  peluquero para quien escaso de monedas  tuviera un corte gratis. Tal vez algún “tiron de pelo” se llevaba porque faltaban los recursos para afilar la vieja maquinita.-

Claro está, que luego vendrían los apurones y pasaba largas horas por las noches para terminar los trabajos pendientes y necesitaba entregar para generar los ingresos del hogar.-
Por  su casa, algo así como un ateneo, además de mi padre solían pasar, aunque más no sea para un un saludo y abrazo cordial: Vicente Verosto, Don Ángel Sturla y su hijo Alberto, Los Parini (Padre e Hijo), su cuñado Rogelio y muchos otros.
Estos vecinos, enredador del Gallego Paredes, en la práctica formaron una cuasi cooperativa, y fueron muchas las manos que se intercambiaron cuando  nuestro barrio recién empezaba. Levantar paredes, revocar, salvar pozos de agua, lozas que hacer…en fin mucha tarea comunitaria.

Finalmente quiero destacar  y entroncar este relato con otra cosa no menos importante, que hace a los artistas de nuestro barrio.-
Seguramente volveré sobre  la vida de José, hay  mucho para contar, solamente agrego para no abrumar:
Era común que en la casa de Paredes se reunieran el Dr. Ginés Mayoral, junto con los pintores Enrique Rodríguez   y  Carlos Roger.-
Pero de  eso hablamos en el próximo capitulo

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